Cerati y la curiosidad como razón de ser

Gustavo cumpliría hoy 60 años. Su inquietud artística, principal impulsor de su obra solista, logró atraer, incluso, a quienes no eran devotos de Soda Stereo.


Por Daniel Péndola | Un día como hoy nacía Gustavo Cerati, un músico que marcó el rock nacional y que conquistó Latinoamérica de la mano de Soda Stereo. A pesar de haber tocado seis veces en el Monumental y haber batido todos los records, Cerati fue un trabajador incansable del estudio de grabación. Su razón de ser no era llenar estadios, sino encontrar el sonido ideal.

Si bien su carrera musical arrancó con Soda en 1982, Gustavo ya había comenzado a tomar clases de guitarra desde los nueve años . Las primeras bandas que le llegaron al corazón fueron Yes, Génesis, Deep Purple, Pink Floyd y Jimi Hendrix, entre otros héroes del rock progresivo que escuchaba en los '70 por recomendación de sus amigos.

Sin embargo, a diferencia de sus pares, no tenía una visión conservadora del rock y la cultura, sino que apostaba siempre a lo nuevo. Fue un artista que supo librarse con cierta facilidad del pasado, ya que su personalidad implicaba una curiosidad permanente.

Y fue la misma curiosidad uno de sus grandes motores de crecimiento artístico, el cual se vio reflejado más aún en su etapa como solista. Tal es así que el propio Indio Solari lo reconoció esta semana, en una entrevista con su amigo y biógrafo Marcelo Figueras, en El Destape Radio.

"La campaña de él como solista me pareció muy aventurera y me pareció estupenda, porque a mí me gusta eso, también: salirme del género, no ser respetuoso del género. Y me parece que fue un tipo muy creativo”, opinó Solari, comparándolo con el ciclo de Cerati en Soda Stereo, que nunca terminó de convencerlo.

Las declaraciones del Indio surgieron luego de que Figueras le haya mencionado que el precandidato presidencial Alberto Fernández nunca había comprado la grieta entre Los Redondos y Soda. Con la aparición de la cumbia villera y el reggaetón, dicha grieta se desvaneció, ya que el público de ambos grupos adoptaría nuevos enemigos, aunque el músico jamás se sintió cómodo en ese lugar.

En una reciente nota publicada en el diario Clarín, el periodista José Bellas recuerda que en las entrevistas "Gustavo fumaba, hacía chistes, recomendaba bandas, se reía y jugaba al juego de la prensa como un delfín. Nunca un “esto no lo pongas”, siempre el muchacho de Villa Urquiza en modo On". "Quiero cortar con esa idea de que soy el tipo más cool del mundo", le confesó Cerati al periodista durante una charla a fines de 2002.

Gustavo rompió todos los récords. Junto a Zeta Bosio y Charly Alberti realizó seis shows en el Estadio Monumental, convocó a un millón de espectadores en Iberoamérica y llegó a vender 120 mil entradas en 24 hs. No obstante, su mayor virtud fue haber salido de su zona de confort y haber adoptado un espíritu inquieto y empedernido, donde la curiosidad era su fuerza natural y la música una búsqueda interminable.
Artículo Anterior Artículo Siguiente